Bienvenido a mi mundo. Sí, mi mundo, porque creo que este blog se transformará un poco en el mundo que habita en mi mente, y se transformará en mi lugar seguro, en donde pueda mostrarme tal cual soy. Y si somos sinceros no hay espacio más seguro que el corazón, o en mi caso, no hay espacio más seguro que un papel en blanco y un lápiz, o una página en blanco y un teclado eficiente.

 

Creo que la mejor forma de conocerme es sabiendo que me gusta escribir y es desde ahí que partiré presentándome. Escribo, o por lo menos eso intento. Escribo desde que tengo memoria (jajaj tampoco tanto, estoy exagerando… eso es muy mío también, se irán dando cuenta con el tiempo) la verdad es que lo hago desde los cinco años. Me pasaba los días escribiendo diarios de vida que hablaban de mis muñecas, o de cuanto me gustaba tomar leche calentita mientras veía la tele acostada.

 

Ahora mi vida es más fome, ya no escribo sobre mi cotidianidad, ahora escribo cualquier cosa que me sale del corazón (puede ser perturbador a momentos, o totalmente dramático e intenso). Sin embargo, si hay algo en lo que puedo concluir es que mis diarios han mutado con el paso del tiempo, al igual como he mutado yo. Ya no escribo sobre los regalos que me llegaban, o sobre como me peleaba con mis sobrinas, en cambio, hoy escribo sobre lo que nace de mi, sobre lo que he aprendido, sobre quién soy.

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Este espacio quiero que se transforme en un lugar de descanso, en donde mi alma se pueda liberar, y dejarse llevar por medio las palabras. Si bien, eso lo hago de cierta forma en mi diario, me fascina la idea de que alguien lea lo que escribí y se sienta identificada/o.

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Espero que puedas sentarte junto a mi y poder disfrutar de mi vulnerabilidad un poco, y así si te apetece alguna vez, poder abrirte a ser vulnerable tu también. 

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Un abrazo apretado y un beso sonoro.